Las pandillas y bandas armadas que controlan gran parte de Puerto Príncipe, la capital haitiana, asaltaron este miércoles la Biblioteca Nacional de ese país caribeño, según informó su director general a medios de prensa locales.
Se trataría de un nuevo episodio de violencia en el país caribeño que espera el nombramiento de sus autoridades de transición en medio de la crisis de violencia.
El director general de la Biblioteca Nacional haitiana, Dangelo Néard, declaró haber sido «informado que los delincuentes se están llevando los muebles de la institución y que han destrozado el generador del edificio».
La biblioteca está situada en el centro de la capital haitiana que se encuentra, hace semanas, en manos de las pandillas y bandas armadas que han llegado, incluso, a asaltar dos veces el Palacio Nacional y mantener un cerco sobre el Aeropuerto Internacional.
Néard dijo que «nuestros fondos documentales están en peligro. Tenemos documentos raros de más de 200 años y de importancia patrimonial que corren el riesgo de ser incendiados o dañados por bandidos», al tiempo que preciso que el ataque representa un duro golpe contra el pensamiento haitiano. Los grupos armados también atacaron y saquearon los locales de la Escuela Nacional de las Artes y de la Escuela Normal Superior en la última semana.
Tras varios días de disminución de la violencia, las pandillas retomaron el lunes sus asaltos en varios barrios de Puerto Príncipe. La Unesco, en un comunicado de este propio miércoles, condenó los hechos.
Las pandillas se unieron a finales de febrero para atacar lugares estratégicos de la capital, como sedes del gobierno, el aeropuerto, el puerto, comisarías y cárceles, en un pulso contra el ya renunciante primer ministro Ariel Henry, y desde entonces han sumido a la ciudad en el terror.
Frente a ellas, la Policía Nacional se ve desbordada, pero sigue «determinada y comprometida para restablecer el orden y la paz», según indicó en un comunicado publicado el martes por la noche.
Henry anunció el 11 de marzo que iba a renunciar y ceder el poder a un consejo presidencial de transición compuesto por representantes de partidos políticos, de la sociedad civil, del sector privado y las comunidades religiosas.
Pero más de tres semanas después, el país aún espera el nombramiento de ese consejo de nueve miembros, que se ha visto retrasado por desacuerdos internos y las supuestas dudas legales del gobierno saliente.
Fuente: Telesur