Se han confirmado la muerte de dos menores de cinco años por desnutrición crónica, elevando a ocho la cifra de fallecimientos en lo que va del año 2024.
El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) de Guatemala dice que estas cifras vienen a hacer alarmantes, situación que subraya un grave problema de salud pública en el país.
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La mitad de los casos se han registrado en el departamento de Alta Verapaz, afectando a municipios como Cobán, San Pedro Carchá, Tucurú y Raxruhá. Los otros decesos ocurrieron en San Pedro Yepocapa (Chimaltenango), Jocotán (Chiquimula), Jutiapa, y Malacatán (San Marcos).
El Mspas informó que de 51 decesos adicionales están bajo investigación, 29 han sido descartados por no estar relacionados con la desnutrición. A pesar de la gravedad, estos datos representan una mejora en comparación con el mismo periodo de 2023, mostrando una disminución del 53% en las muertes de menores por desnutrición.
Iván Aguilar, gerente de Oxfam para Centroamérica, destacó; «El aumento de eventos extremos como sequías y lluvias intensas que están afectando los medios de vida agrícolas de subsistencia».
Según Aguilar, es crucial incrementar el presupuesto destinado a programas de producción social para cerrar la brecha alimentaria en los hogares vulnerables.
El presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha asumido el compromiso de reducir los índices de desnutrición infantil a través de decisiones colectivas y una política económica de desarrollo.
Durante la primera reunión del Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional en febrero, Arévalo calificó de inaceptable que el 50% de los menores de cinco años sufran desnutrición crónica, una enfermedad prevenible.
El presidente enfatizó que la desnutrición aguda refleja el fracaso de una sociedad y la inutilidad del Estado, que no puede justificar su autoridad si no puede evitar la pérdida de vidas por causas evitables.