Durante una reunión de alto nivel sobre el cambio climático, el Secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un llamado urgente a reducir drásticamente las emisiones y adaptarse al aumento del nivel del mar. Guterres advirtió que 900 millones de personas en zonas costeras bajas están en riesgo de sufrir marejadas ciclónicas, erosión, inundaciones y pérdida de biodiversidad, lo que representa un claro ejemplo de injusticia climática.
El Secretario destacó que las naciones en desarrollo, como Bangladesh, Panamá y Senegal, son las más afectadas y que, sin una acción rápida, las consecuencias podrían ser devastadoras, incluso con la desaparición de islas enteras y comunidades costeras. Además, subrayó el impacto en el comercio mundial, la seguridad alimentaria y las cadenas de suministro.
Guterres urgió a los países del G20 a eliminar gradualmente los combustibles fósiles y pidió un aumento de la financiación para la adaptación climática, con especial énfasis en la próxima COP29 y el Fondo de Pérdidas y Daños.