México enfrenta los efectos de los huracanes Helene y John, que se encuentran en las costas del Atlántico y Pacífico, respectivamente, tras un reciente fortalecimiento. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Helene se intensificó a categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, cerca de la península de Yucatán.
Por otro lado, John, que había disminuido su fuerza a tormenta tropical el 24 de septiembre tras golpear el estado de Guerrero, en el sur del país, volvió a intensificarse a huracán categoría 1. Ambos ciclones están provocando lluvias intensas a extraordinarias en el occidente, sur y sureste del territorio mexicano.
Las autoridades han emitido advertencias para los estados más afectados, como Oaxaca, Guerrero, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, instando a la población a seguir las recomendaciones de Protección Civil y los gobiernos locales. Las fuertes precipitaciones, acompañadas de descargas eléctricas, vientos y granizo, podrían causar deslaves, crecidas de ríos y arroyos, así como desbordamientos e inundaciones en zonas bajas.
En Quintana Roo, se ha declarado alerta roja debido a las intensas lluvias, ocasionadas por los huracanes mientras que en Yucatán se han activado protocolos de emergencia para proteger a la población. En Guerrero, John ha dejado al menos dos fallecidos y ha provocado el cierre del Aeropuerto Internacional de Acapulco debido a las inundaciones y escombros que obstruyen los accesos. Las autoridades han instado a los usuarios del aeropuerto a seguir atentos a la información oficial.
Las lluvias y vientos continuarán en los próximos días, y se recomienda a los ciudadanos mantenerse informados a través de los canales oficiales para garantizar su seguridad.